La MEDITACIÓN está reconocida por la ciencia, de manera que los efectos que ejerce su práctica en nuestro organismo están científicamente probados.
Sirve para auto curarnos, nos proporciona mayor consciencia y creatividad, estimula las zonas del cerebro asignadas a la felicidad, aumenta el cociente intelectual y estimula el sistema inmunológico, entre otras ventajas.
Aunque algunos pueden verlo como una práctica religiosa o espiritual, otros lo ven como una forma intelectual para silenciar nuestra “cháchara mental” y conseguir estados más creativos y positivos.
“Silencia tu voz interior y habrás callado al más severo de los jueces”.